ERES UNA OVEJA IDIOTA Y MANIPULABLE
Pero puedes cambiarlo.
La era de demagogia a
la cual Aristóteles señalaba como la degradación de la democracia, para ser el
único porvenir de una sociedad que ignora el contenido profundo de las cosas,
la crítica y la reflexión por seguir el caudal del entretenimiento y el laissez
faire del poder para el poder..
Este postulado puede argumentarse con las teorías e ideas
planteadas por Avram Noam Chomsky e Ignacio Ramonet en sus respectivos escritos
dentro del libro titulado ‘Cómo nos venden la moto’.
El libro, más que hablar sobre un proceso de marketing sobre
la venta de autos y de vehículos, se trata de un análisis sobre cómo los medios
y clases dominantes pretenden vendernos sus ideas a favor de su dominio.
Chomsky realiza la apertura y el primer análisis del libro.
En nueve apartes, el autor enfoca la mirada a nuestra democracia actual,
señalándola como un mecanismo casi totalitario que impide que sus ciudadanos se
“hagan cargo de sus propios asuntos, a la vez que los medios de información
deben estar fuerte y rígidamente controlados”.
El autor afirma que este control se realiza por medio de los
medios de comunicación (postulado que será reforzado por Ramonet), a través de
la propaganda. A la cual señala como el equivalente de la cachiporra (bolillo)
del estado totalitarista.
Chomsky defiende esta idea a través de varios ejemplos, entre
ellos el caso de la inclusión de Estadios Unidos de Norte América en la Primera
Guerra Mundial. Según el activista estadunidense, antes del mandato de Woodrow
Wilson la población estadunidense era pacifista y opositora a la idea de
participar en una guerra europea. Sin embargo, la administración de Wilson
decidieron participar de esta, por lo cual, crearon una comisión de propaganda
gubernamental ‘Comisión Creel’ que logró en seis meses convencer a la población
de apoyar la idea bajo la bandera del patriotismo y el heroísmo de salvar al
mundo.
Este ejemplo señala también la existencia de dos clases: una
especializada y una dominada. La clase especializada la componen hombres
inteligentes y responsables que según cita Chomsky del analista político Walter
Lippamn, son los únicos capacitados para comprender y resolver los problemas
que surgen de los intereses comunes que esquivan
totalmente la opinión pública.
Según ambos autores,
la clase especializada tiene una función ejecutiva pues piensan, entienden y
planifican los intereses comunes, mientras que el rebaño desconcertado tiene
una función de espectadores que de vez en cuando se le otorgan privilegios para
que participen de forma activa, para que traspasen este poder a cualquier otro
y vuelvan a su estado pasivo natural.
Chomsky y Ramonet señalan
que esto se da gracias a la propaganda y el marketing que realizan los medios
en pro de la clase dominante, pero difieren en cuanto a quienes son los
dominantes. El periodista español, Ignacio Ramonet considera que en un pasado
aquellos con el poder eran los gobernantes, pero con la acelerada entrada de la
globalización, ahora el poder no se centra en los estados, ahora se centra en
los mercados.
Independientemente de
quien esté en el poder, según los autores de este libro, gracias a la
‘reconstrucción histórica’, a los avances en el marketing, a los sondeos y a
las encuestas los medios masivos de comunicación podrán dominar y manipular la
opinión pública, y con ella al rebaño.
Sin embargo, Ramonet
afirma a diferencia del pasado, en donde se dividía fácilmente el poder entre
el poder administrativo, el judicial, y la prensa. Pero los grandes poderes de
la actualidad se dividen en sólo dos poderes: el económico y el mediático.
El poder económico
sobretodo se impone con facilidad y con gran fuerza al punto de que quien tenga
el poder económico puede hacerse con el poder mediático. Prueba de esto son las
múltiples cadenas informativas, diarios, canales de televisión y radio que
paulatinamente están pasando a manos de grandes conglomerados económicos.
El poder económico
genera grandes ganancias, pero es manipulable, sobre todo cuando se confunde
información con comunicación, que según el autor, es el principal problema de
la actualidad. Las personas creen que podrán informarse haciendo su ‘menor
esfuerzo’, sentados cómodamente en un sofá esperan que la información les
llegue de la misma manera que una orden de pizza.
Lo más grave, es que
los periodistas creen que ellos son los principales ‘cazadores’ de la
información, que su información es única. Pero la globalización hace que la
información gire alrededor de todos, periodistas leen periodistas y así la
información no se actualiza. Fácilmente en este mundo, se podría lanzar una
mentira, publicarla, y su devida difusión por radio, televisión y prensa la
validaría.
Pero cuando el mercado
ha logrado hacerse con la información los medios ya no pueden promulgar los
consensos ni los valores democráticos, sobretodo porque aquellos que tienen el
poder económico se consideran apolíticos, fuera de las típicas discusiones que
inquietan al resto de la población. En palabras de Ramonet la democracia no es
para ellos, pues su atención está focalizada sólo en su dinero.
Así como expresaría el
periodista español:
“A sus ojos, el poder político no es
sino el tercer poder. Antes está el poder económico y luego el poder mediático.
Y cuando se posee esos dos, como bien ha demostrado en Italia el Sr.
Berlusconi, hacerse con el poder político no es más que una formalidad”
En esta época, bien habría que modificar las palabras de Marx
en su manifiesto comunista en pro de una nueva revolución:
"Los ciudadanos no tienen por
qué guardar encubiertas sus ideas e intenciones. Tiemblen, si quieren, las
clases gobernantes, ante la perspectiva de una revolución. Los ciudadanos, con
ella, no tienen nada que perder, como no sea sus cadenas. Tienen, en cambio, un
mundo entero que ganar.
¡Dejad de ser ovejas cual rebaño
manejado por los medios!
¡Ciudadanos de todos los Países, despertad!"
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