2020/11/17

DANZA MACABRA - Charles Baudelaire (Las flores del mal)

 

 Durante muchos años he disfrutado poco de la poesía salvo de algunas contadas excepciones. Entre ellas Danza Macraba de Charles Baudelaire ha sido de las que más he re-leído y memorizado.

La encontré en una de mis clases de la secundaria y se ha quedado conmigo durante días de reflexión, sin embargo, la traducción cambia, especialmente en google donde la traducción al español más compartida cambia muchos aspectos de aquella que aprendí.

Por eso hoy comparto esa versión sin tomar muy en cuenta si es una traducción exacta o no, pero para mí ha de ser la más diciente para el español.

 


DANZA MACRABA (Tomado de las Flores del Mal)

 

Como un viviente, ufana de noble estatura

Con su gran ramillete, su pañuelo y sus guantes,

tiene la dejadez y la desenvoltura

de una flaca coqueta de aires extravagantes.

 

Viose nunca en el baile nunca más esbelta cintura?

su falta exagerada, en su real esplendor

cae abundante sobre un pie seco en que fulgura

un chapín enjoyado, lindo como una flor

 

El frunce que en el borde juega de sus clavículas

como arroyo lascivo en la roca al frotar

defiende pudoroso de asechanzas ridículas

los fúnebres encantos que trata de ocultar

 

Es de nada y de tinieblas su profunda pupila;

Y su cráneo, con arte de flores coronado

Muellemente entre sus frágiles vertebras oscila

-¡Oh gracia de un vacío locamente adornado!

 

Te llamarán alguna caricatura insana

Pues no comprenden ebrios de carne el corazón

La elegancia sin nombre de la armazón humana

¡Tú colmas esqueleto mi más rara afición!

 

¿Vienes a perturbar con tu mueca potente la fiesta de la vida?

¿O un deseo de ayer,

espoleando aún tu osamenta viviente,

¿El sábado te empuja, crédulo del placer?

 

¿Con cantos de violines y llamas de bujías

Esperas espantar tu mal sueño burlón

O en torrente quieres de todas las orgías

Refrescar el infierno que arde en tu corazón?

 

¡Pozo nunca agotado de error y tontería!

¡del antiguo dolor alambique inmutable!

de tus costillas tras de la curva celosía

miro vagar aún al áspid insaciable

 

A decir verdad, temo que tu coquetería

no encuentre premio digno de esfuerzo mejor

¿quién entre esos mortales comprende la ironía?

¡Embriagan solo al fuerte las gracias del horror!

 

Tus ojos, sima llena de horribles pensamientos dan vértigo;

y aquellos bailarines prudentes no han de mirar,

sin náuseas y sin sacudimiento,

la perpetua sonrisa de tus treinta y dos dientes.

 

¿No obstante quien un esqueleto no ha estrechado

y quien de sepulcrales cosas no se nutrió?

¿Qué importan el perfume el traje o el tocado?

El que hace ascos demuestra que hermoso se creyó.

 

Buscona irresistible, ninfa desnarigada

di a esos que bailan y que se dan por vencidos

“Guapos galanes, pese al polvo y la pomada,

todos oléis a muerto ¡oh huesos presumidos!”

 

De los bordes del Sena a los bordes del Ganges

el rebaño mortal salta y goza sin ver

en un hueco del techo la trompeta del ángel

como un trabuco negro, siniestra aparecer.

 

Bajo todos los climas, la Muerte su mirada

fija en tus contorsiones, risible humanidad;

y como tú a menudo, de mirra perfumada.

¡va a mezclar su ironía con imbecilidad!

2014/09/16

Boca de sapo



 Boca de sapo nunca fue boca de sapo, precisamente porque nunca se merecía ese apodo. No hasta aquel viernes lluvioso, porque antes fue un chico común como cualquier otro y habría seguido llamándose Miguel, como eligieron sus padres.

De no haber pasado lo que aconteció, de seguro se habría salvado de la vieja tradición de llamar a las cosas por un nombre que no llevan, puesto que no era un niño que se destacara en nada: no era el más alto de la clase, no era gordo ni delgado, se portaba como mandaban las reglas, pero no era el más educado, ni se destacaba por su inteligencia. Si habría que describirle de alguna forma, solo podría decirse que era un niño como cualquier otro.

Pero ese día, la clase había salido de excursión de ciencias a un cercano riachuelo, y todo habría salido como lo planeado de no ser por la lluvia repentina que los encerró por horas bajo una vieja cabaña con poco espacio para caminar.

Fastidiados por la idea de no moverse por más tiempo, Rubén, Horacio y Di María, decidieron fugarse a escondidas al riachuelo. Boca de sapo, que aun se llamaba Miguel, se encontraba sentado en la ventana por donde los chicos esperaban volarse, y sin decir que no ni decir que si, fue arrastrado con ellos.

Aunque siguieran cayendo gotas del cielo había escampado lo suficiente para caminar varios minutos sin mojarse. Rubén y Horacio entraron al riachuelo crecido y empezaron mojarse entre sí.

La corriente aceleró de pronto y amenazó con llevarse a Rubén con sigo. Horacio pudo llegar a la orilla con ayuda de Di María, mientras Miguel trató de ayudar a Rubén. Viéndose este último a salvo, trató de asustar a Miguel haciéndose el ahogado. Al tratar de ayudarlo, Miguel se resbaló y se fue río abajo.

Lo encontraron 20 minutos después con la ayuda de toda la clase. Tenía una cortada en los labios que hacía ver su boca más grande. Para hacerle sentir mejor, o solo para burlarse, Horacio tomó un sapo y le dijo que su boca se parecía a la de Miguel. Cuando el chico abría la boca para refutar, el sapo se soltó de las manos de Horacio y cayó dentro su garganta.
Cuando intentó gritar o hablar, de la boca de Miguel solo salían ¡ Cuac! ¡ Cuac!

Desde entonces Miguel fue Boca de sapo porque nunca más salió de su boca un sonido diferente a los que un sapo hace en noche de lluvia.

2014/05/24

El arte de la acumulación en movimiento ( Crítica a la obra de Donna Conlon)



El arte de la acumulación en movimiento

Crítica a la obra de Donna Conlon



El video-arte es un movimiento que usa medios electrónicos (analógicos o digitales) con un fin artístico. Muchos artistas destacables existen en esta tendencia, desde Wolf Vostell y Nam June Paik considerados los primeros video-artistas, hasta artistas más recientes como Donna Conlon.

Donna Conlon es una destacada artista de este siglo. Esta estadunidense nacida en Atlanta en 1966 pero panameña de adopción, desde hace varios años se ha destacado por sus trabajos en el video arte donde la acumulación de objetos como tapas de botella, bolsas, y otros elementos considerados normalmente como “basura” son el ingrediente principal de una crítica al materialismo y al consumismo.

En sus obras, esta artista con maestría en biología de la Universidad de Kansas (EE.UU.) incluye también elementos naturales como plantas o animales pequeños propios de la fauna y flora panameña en una clara mezcla de contrates entre lo natural y lo artificial.


Entre sus obras se encuentra “Drinking Song” (canción de la bebida en español), una entretenida obra en donde Conlon y el también artista Jonathan Harker utiliza botellas, latas y vasos con cerveza,  medio llenos o parcialmente llenos de este liquido con los cuales genera sonido para recrear la melodía, a partir de la secuencia de pequeños cortos, el himno de los Estados Unidos de América.


Esa obra en particular se creó en el marco de la octava bienal de Mercosur en 2011 “Geopoéticas” un evento exposiciones artísticas en el sur de Brasil que incentiva el arte latinoamericano  y que pretendía en esa versión mostrar las diversas formas que plantean los artistas de definir el territorio.

Es una forma de atraer la atención, de llamar a la conciencia, a base a objetos aparentemente desechados pero que al ser tomados bajo un concepto artístico, adquieren un nuevo significado, y sonidos naturales un sonido de bosque, de jardín de selva, que juntos estimulan más allá de los sentidos, estimula nuestro yo interno, estimulan el alma.

Jonathan Harker es un ecuatoriano residente en Panamá, cineasta graduado de la Universidad de Florida y ganador de varios premios en la Bienal de Arte de Panamá. “Drinking Song”  no es la primera obra con la que trabaja en conjunto con Conlon,  ellos han laborado juntos desde el 2006 y varias de estas colecciones realizadas en conjunto, se encuentras en galerías prestigiosas como la Colección de la Queensland Art Gallery – Gallery of Modern Art, el Centro Gallego de Arte Contemporáneo y la Kadist Art Foundation.

Ambos aseguran que todas sus colaboraciones utilizan “{…} el lenguaje del juego para hablar sobre problemáticas personales y colectivas, como el consumo masivo, la contaminación y tensiones políticas y culturales”.

Por lo tanto, Drinking Song  no se trata de un mero uso del viento, ni de las marcas de la cerveza en sí, se trata de una ironía artística sobre la identidad nacional planteada de que una nación se vende a semejanza de cualquier producto que puedas comprar. De esta manera, según como explica Jonathan Harker, la bandera se convierte en el logo y el himno en un jingle. Así este video-arte ironiza sobre la construcción de los símbolos e identidades nacionales.

Otra obra y una de las obras más recientes de Donna Conlon es la titulada “Tapitapultas”, una obra de 3,40 minutos de duración que al igual que  “Drinking Song”  también cuenta con colaboración de Jonathan Harker. En “Tapitapultas” ambos artistas usan cucharas de plástico de colores como catapultas apoyadas sobre el suelo para lanzar tapas de botella como proyectiles. Las tapas salen disparadas hacia un hueco en una plataforma de concreto, donde las tapas van acumulándose una a una hasta formar una pila de gran tamaño.



La plataforma donde se da lugar esta obra era parte de una instalación militar de los Estados Unidos ubicada de la cima del Cerro Cedro (Panamá) durante la ocupación de la Zona del Canal de Panamá. Este punto se ha convertido en la actualidad en un mirador y un punto de interés turístico  en el Parque Natural Metropolitano de Panamá.

Con esta obra, sigue la tendencia de sus otros trabajos, en donde se recolectan objetos desechados y les dan un nuevo significado para promover una reflexión sobre ideas como bienestar, consumo y comportamiento social. Conlon y Harker realizan un juego que no es solo un juego, es una exploración, una crítica, al masivo y la polución, e incluso, a la violencia.

Así, vemos como una tendencia nacida alrededor del año 1963 se mantiene vigente aún hoy gracias a artistas como Donna Conlon y Jonathan Harker, que lo utilizan no solo como una forma de crear un producto bello, sino con un trasfondo analítico, y reflexivo.

Fortuna William Kentridge


William Kentridge es un artista de 59 años de edad de Johannesburgo (Sudáfrica) reconocido por sus collages, dibujos, grabados y películas animadas basadas en dibujos al carboncillo que tratan de mezclar lo político, lo social, la historia, lo poético y lo estético en un solo mensaje que tiene sus raíces en la historia del Apartei y de Sudáfrica. Su más reciente obra "Fortuna" fue expuesta en Colombia en El Museo de Arte del Banco de la República en Bogotá desde el pasado el de Abril del 2014, donde, se encuentran obras creadas desde finales de los años ochenta hasta el momento, resaltando la idea de Kentridge de la “obra inacabada” o el “arte en continua mutación”; puesto que un grabado pensado para acompañar una obra de teatro se puede convertir en un dibujo a carboncillo que terminará como una película animada.



El Museo de Arte del Banco de la República en Bogotá el pasado mes de Abril del 2014 abrió sus puertas a “FORTUNA”, la primera exposición monográfica dedicada a la obra del artista en Suraméricano William Kentridge.

William Kentridge es un artista de 59 años de edad de Johannesburgo (Sudáfrica) reconocido por sus collages, dibujos, grabados y películas animadas basadas en dibujos al carboncillo que tratan de mezclar lo político, lo social, la historia, lo poético y lo estético en un solo mensaje que tiene sus raíces en la historia del Apartei y de Sudáfrica.



El Apartei fue un sistema aplicado en Sudáfrica y Namibia que separaba física e ideológicamente según la raza a las personas para conservar el poder de la minoría blanca sobre la mayoría negra. Esta segregación racial, la violencia y el dolor que trajo consigo son parte de la obra de Kentridge, dándole a la misma un toque de reclamo y de evidencia en pro del recuerdo y de la expresión artística

Fortuna

La exposición presentada en el Museo de Arte del Banco de la República de Bogotá presenta varias obras de William Kentridge desde finales de los años ochenta hasta el momento, resaltando la idea de Kentridge de la “obra inacabada” o el “arte en continua mutación”; puesto que un grabado pensado para acompañar una obra de teatro se puede convertir en un dibujo a carboncillo que terminará como una película animada.

Kentridge acoge como su principio orientador la noción de “fortuna”, un concepto relacionado normalmente con la suerte y con el destino, que para el artista representa “algo distinto al frío azar estadístico, pero fuera del rango de control racional”. De esta manera el arte adquiere una continua transformación y movimiento y las diferentes disciplinas artísticas como el arte, el dibujo o el grabado se alteran mutuamente y sus fronteras se mezclan. Así, aunque para el espectador la obra sea un producto acabado, en realidad esta sigue construyéndose indefinidamente

“Fortuna sugiere también una celebración de la excentricidad que no es adversa al compromiso político: “Esta dependencia de la ‘fortuna’ en la creación de imágenes o textos, refleja algunas de nuestras formas de existir en el mundo, incluso fuera del ámbito de las imágenes y los textos»”  (Tone, 2014)

Este singular proceso creativo de Kentridge  se evidencia a través de toda la exposición, ni siquiera hace falta entrar a la primera sala para visualizar algunas de las animaciones  de Kentridge  a través del pasillo que lleva a la primera sala, y,  comprobar, luego de haber entrado a la primera sala, que esas animaciones son un proceso inacabado, y que existe una continua interrelación entre los diferentes medios artísticos que usa. 






De ese modo, puede uno observar en la primera sala, grabados y dibujos a carboncillo, y luego cómo esas obras que parecen acabadas, se vuelven solo un fragmento en los video artes que se reproducen sin fin en los espacios designados al lado y lado de la exposición, cómo pequeñas piezas escultóricas de hierro se convierten figurativamente a través de sus sombras proyectadas sobre una pared, en personajes de un video arte titulado “Procesión de sombras”, y cómo estas mismas sombras se convierten en parte del ícono de la exposición.


El arte que se construye indefinidamente

El arte que cuenta: “Ubu Tells the Truth”


Entre las obras más emblemáticas de la exposición de “Fortuna” se encuentran “Cargueros y sombras” por ser el principal representativo de la exposición, y el video arte “Ubú cuenta la verdad” un corto memorable debido a su intensidad.
“Ubú cuenta la verdad” es una animación oscura, con un trasfondo político e histórico de peso, y de alta violencia disipada en medio de una música movida y unos dibujos sencillos que dan la apariencia de contar una simple historia para niños, pero que en realidad, narran sobre la violencia que generó el Apartheid a mediados de los años 70  y 80, y de la censura que sufrían los medios de comunicación.

La obra tiene una narración circular, que empieza con un ojo que lo ve todo, pero muta, y cambia de forma constantemente, mostrando a través de ironías las torturas, la política y el sufrimiento de una de las épocas más oscuras de la historia Sudafricana y del mundo.







 

Este video expresionista, es también una evidencia de ese arte de construcción infinita que William Kentridge sugiere. El material de esta película fue en un principio una serie de grabados que se trasformaron en líneas para la proyección de fondo en una la obra de teatro “Ubú y la comisión de la verdad” donde se combinan diferentes técnicas y lenguajes teatrales, como títeres, actuación en vivo, música, animación y documental. En esa obra Ubú es un policía para quien la tortura, el asesinato, el sexo y la comida son todas variaciones de un único y vulgar apetito transportando al público a las audiencias de la Comisión para la verdad y la Reconciliación de Sudáfrica

Para William Kentridge el valor de este proceso es de gran magnitud, puesto que según el artista no se hubiera logrado el giro formal que combinara el estilo grotesco y la seriedad de los textos de los archivos de la Comisión para la verdad y la Reconciliación de Sudáfrica, si solo estuviese pensando en hacer una película.





Bibliografía
Tone, L. (11 de Abril de 2014). William Kentridge: Fortuna. Obtenido de Museo de Arte del Banco de la República: http://www.banrepcultural.org/bogot/evento/william-kentridge-fortuna-0

Elecciones presidenciales Colombia 2014- Puras mentiras y manipulación mediática



Las elecciones presidenciales de Colombia que se van a realizar el próximo domingo 25 de Mayo se han convertido desde el punto de vista ético en una cachetada para el pueblo colombiano. No se trata de una lucha mediática entre dos candidatos políticos, se trata de una manipulación de medios, que en vez de cumplir con su labor de informar son usados para legitimidad una campaña basada en insultos, atentados verbales y controversias.




Los candidatos se han negado a la principal obligación que tienen con sus electores de difundir y debatir sobre sus propuestas de campaña para aplicar la deshonrosa estrategia de ganar más electos a partir de ser “lo mejor entre lo peor”, o de “robarle los electos a otro”.


No se trata de una campaña que permitirá elegir la mejor persona para administrar el país, sino de quien represente mejor papel en el show que se han montado.

Aspectos tan delicados como la Paz, ese dulce sueño de los colombianos, se han convertido en mero mercadeo, mera promoción de marketing y no un compromiso serio.

Se evidencia una doble moral en los candidatos, pues aunque dicen que van a hacer respetar las leyes del estado y la buena moral, su campaña se ha basado en el agravio a esos mismos principios, pretendiendo estar «limpios política y éticamente», “echándole el agua sucia a otro”

Ceremonias del político- Fragmentos de amor furtivo- Héctor Abad Faciolince

Fragmentos de amor furtivo es un libro delo escritor y periodista antioqueño Héctor Abad Faciolince. Esta obra narra sobre la relación de Susana y Rodrigo narrando por fragmentos los amores de Susana, pasados y presentes; pasando a través de temas como la infidelidad, el amor, el sexo y la crítica social. Entre estos fragmentos se encuentra “Ceremonias de un político” en donde, por medio de una conversación, Susana le cuenta a Rodrigo sobre un político de baja moral y poco interés en el desarrollo del país, lo que lleva un trasfondo de critica a la sociedad colombiana de finales del siglo XIX y principios del XX.
Fragmentos de amor furtivo.
Ceremonias del  político.


Fragmentos de amor furtivo es un libro del escritor y periodista antioqueño  Héctor Abad Faciolince. Esta obra narra sobre la relación de Susana y Rodrigo, que similar a la vieja obra del Decameron cuenta por fragmentos los amores de Susana, pasados y presentes; pasando a través de temas como la infidelidad, el amor, el sexo y la crítica social.

Precisamente sobre la crítica social existen capítulos (a manera de fragmentos) como “Ceremonias de un político” en donde, por medio de una conversación, Susana le cuenta a Rodrigo sobre un político de baja moral y poco interés en el desarrollo del país, lo que lleva un trasfondo de critica a la sociedad colombiana de finales del siglo XIX y principios del XX.

En ese capítulo el político es descrito como un hombre de cara roja, abotagada de aguardiente, con la piel dañada de un acné juvenil que  <<chantajeaba con una moral que no tiene>>.

Mucho intertexto hay a lo largo de todo el libro, y este capitulo no es la excepción principalmente por su acotación directa a obras como las Meninas, las obras de Goya, Flandes, Bruegel y El Bosco;  e indirectas a obras cmo “Cuentos del arañero” a través de un recuerdo de Rodrigo donde los político “siempre están borrachos”.

Puede analizarse también a manera de para-texto la portada del libro, dejando lugar a un significado que no se comprende hasta finalizado el libro, puesto que, la portada,  muestra un faro tallado en madera que finaliza con una cara a manera de máscara mortuoria. Esto hará alusión a la costumbre de Susana de sacarles una máscara mortuoria a todos los hombres que han estado en su vida, pero en el caso del político, su máscara jamás estará ahí, pues nunca quiso nada con el ni nunca tuvo.

Existen también muchas figuras retóricas, como la metáfora: “Salí del entresueño para esa pesadilla”, “Yo era una especie de adorno en la delegación, un inútil apéndice con pasajes, hotel, viáticos y todo el tiempo libre para mi”, “Nos íbamos de tapas” (a tomar vino),  “Creo que nos amamantaron en muy distintas circunstancias”. Son tan frecuentes que suelen abundar de igual forma la alegoría, “(…) y ahí me clavó los ojos, esos ojitos suyos de felinos enfermo”

También se puede encontrar símil: “De inmediato se puso a palmotear, como en una cantina”; hipérbaton como “con un par de apellidos que con solo nombrarlos habrían puertas, dejaban boquiabiertos e inspiraban respeto”  y eufemismos como “… mi palabrero de 20 de Julio” (Diciéndole Susana al político un hablador sin sentido).

Así mismo, el capítulo se convierte en una ironía, pero el ejemplo primordial de esta figura retórica la dice “Un señor de Medellín”: “…diciendo que El País es mejor que el Colombiano, pero que le gustaba más leer el Colombiano porque le daba más rabia”

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