Hace poco, leí por recomendación de una profesora una publicación llamada "Querido Internet nos estas haciendo más tontos?". En la publicación se hablaba de una publicación de Nicholas Carr un famoso escritor estadounidense especializado en tecnología que se titulaba "Superficiales: que está haciendo internet con nuestras mentes?" (Leer pdf)
Esta publicación me hizo pensar seriamente sobre este tema, más aún porque durante años, a causa de mi posible adicción al medio me ha sido común
entrar en el debate de los "inminentes peligros de la internet" con frecuencia.
Durante muchos años alcé la bandera en pro de
la frase que critica Nicholas Carr "El problema no es el medio en sí, es
quienes la usan", y aún hoy creo que es cierta, pero no absoluta. Más que tontos, os diría que la internet nos
ha hecho "distraídos".
Es tonto el que carece de lógica, el que no sabe algo, pero
nosotros si sabemos y muchos tienen una alta capacidad analítica, pero el salto
de un contenido a otro a través de hipervínculos, las nuevas maneras de mostrar
un texto, más allá de la letra, más allá de la simple imagen estática han
reconfigurado nuestra manera de entender las cosas.
Ya no nos atrae lo mismo y nos aburrimos con
facilidad; en eso puedo estar de acuerdo con Carr. Leer un libro o un texto extenso se ha
convertido en una cualidad perdida e incluso denigrada. El internet nos ha transformado, haciendo que
saltemos de un lado a otro en el contenido, nos ha hecho distraídos; el tonto
puede aprender con esfuerzo, puede intentarlo aunque fracase, el distraído
simplemente se rendirá a mitad de camino; distraídos estamos todos.
Sin embargo, mi propia experiencia con la red
me ha permitido vislumbrar no solo el lado negativo, sigo respaldando la misma
frase porque creo en quienes pueden, a partir de diferentes fragmentos,
sumergirse en una búsqueda de un concepto más profundo y en efecto, terminan
creándolo. Creo en los débiles de mente, perdidos en los hilos de la red, pero
creo también en los fuertes de mente, que saben manejar esos hilos en pro de sí
mismos.
Creo aún en los internautas despiertos, creo que el internet
es una herramienta poderosa para quien decide conservar su control sobre ella. Cambiará el método, cambiará el medio, pero la
curiosidad del hombre, el afán por saber, es una característica que siempre
conservará, mientras siga siendo humano.
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