Durante muchos años he disfrutado poco de la poesía salvo de algunas contadas excepciones. Entre ellas Danza Macraba de Charles Baudelaire ha sido de las que más he re-leído y memorizado.
La encontré en una de mis clases de la secundaria y se ha quedado conmigo durante días de reflexión, sin embargo, la traducción cambia, especialmente en google donde la traducción al español más compartida cambia muchos aspectos de aquella que aprendí.
Por eso hoy comparto esa versión sin tomar muy en cuenta si es una traducción exacta o no, pero para mí ha de ser la más diciente para el español.
DANZA MACRABA (Tomado de las Flores del Mal)
Como un viviente, ufana de noble estatura
Con su gran ramillete, su pañuelo y sus guantes,
tiene la dejadez y la desenvoltura
de una flaca coqueta de aires extravagantes.
Viose nunca en el baile nunca más esbelta cintura?
su falta exagerada, en su real esplendor
cae abundante sobre un pie seco en que fulgura
un chapín enjoyado, lindo como una flor
El frunce que en el borde juega de sus clavículas
como arroyo lascivo en la roca al frotar
defiende pudoroso de asechanzas ridículas
los fúnebres encantos que trata de ocultar
Es de nada y de tinieblas su profunda pupila;
Y su cráneo, con arte de flores coronado
Muellemente entre sus frágiles vertebras oscila
-¡Oh gracia de un vacío locamente adornado!
Te llamarán alguna caricatura insana
Pues no comprenden ebrios de carne el corazón
La elegancia sin nombre de la armazón humana
¡Tú colmas esqueleto mi más rara afición!
¿Vienes a perturbar con tu mueca potente la fiesta de la vida?
¿O un deseo de ayer,
espoleando aún tu osamenta viviente,
¿El sábado te empuja, crédulo del placer?
¿Con cantos de violines y llamas de bujías
Esperas espantar tu mal sueño burlón
O en torrente quieres de todas las orgías
Refrescar el infierno que arde en tu corazón?
¡Pozo nunca agotado de error y tontería!
¡del antiguo dolor alambique inmutable!
de tus costillas tras de la curva celosía
miro vagar aún al áspid insaciable
A decir verdad, temo que tu coquetería
no encuentre premio digno de esfuerzo mejor
¿quién entre esos mortales comprende la ironía?
¡Embriagan solo al fuerte las gracias del horror!
Tus ojos, sima llena de horribles pensamientos dan vértigo;
y aquellos bailarines prudentes no han de mirar,
sin náuseas y sin sacudimiento,
la perpetua sonrisa de tus treinta y dos dientes.
¿No obstante quien un esqueleto no ha estrechado
y quien de sepulcrales cosas no se nutrió?
¿Qué importan el perfume el traje o el tocado?
El que hace ascos demuestra que hermoso se creyó.
Buscona irresistible, ninfa desnarigada
di a esos que bailan y que se dan por vencidos
“Guapos galanes, pese al polvo y la pomada,
todos oléis a muerto ¡oh huesos presumidos!”
De los bordes del Sena a los bordes del Ganges
el rebaño mortal salta y goza sin ver
en un hueco del techo la trompeta del ángel
como un trabuco negro, siniestra aparecer.
Bajo todos los climas, la Muerte su mirada
fija en tus contorsiones, risible humanidad;
y como tú a menudo, de mirra perfumada.
¡va a mezclar su ironía con imbecilidad!